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Victor Rebullida

PERCUSION JAPONESA CON 'HONO-O-DAIKO'

PERCUSION JAPONESA CON 'HONO-O-DAIKO'

En su pequeña gira por España, el grupo japonés "Hono-O-Daiko" ("La llama del tambor") actuó el sábado en el Centro Cultural de la CAI, en Zaragoza, y mañana martes lo hará en el Pabellón Multiusos de Calanda (Teruel) a las 21h. Entretanto hoy, en el mismo recinto, a las 17:00 horas, las tres integrantes del grupo ofrecerán un Taller de Percusión de acceso gratuíto.

"Hono-O-Daiko" está compuesto íntegramente por mujeres, liderado por Akemi Jige, quien se caracteriza tanto por su infalible habilidad en el redoble como por sus espectaculares movimientos sobre el escenario; acompañada de Chieko Kinoshita, quien además de una versátil ejecutora de variados estilos de percusión es artesana de sus propios tambores y por Mizue Yamada, de apariencia frágil e infantil pero de una inusitada energía interpretativa.

Desde su creación en 1986, "Hono-O-Daiko" ha actuado por los cinco continentes en conciertos y festivales, pero por primera vez visitan España, patrocinados por la "Japan Foundation" y la Embajada del Japón en España.

Sentí en extremo no poder asistir a su interpretación en Zaragoza. La percusión de los tambores taiko despierta en mi gran interés, no en vano está incluída una danza para esta percusión en mi obra coral titulada "Haiku", en cuya última sección las distintas voces reproducen el ritmo de la danza con los mismos fonemas que sirven a los intérpretes para memorizar los distintos ritmos, superpuesto a unos temas melódicos pentatónicos.

Hoy publica El Periódico de Aragón un comentario firmado por Sandra Buzón en el que narra qué aconteció en el espectáculo:

"Tambores y un par de baquetas. Estos son los únicos elementos que utiliza el grupo japonés Hono-O-Daiko, que realizó, ayer, una actuación, la segunda de su gira en España, en el Centro Cultural de Caja Inmaculada.

En un escenario lleno de tambores de varios tamaños, aparecieron las tres componentes del grupo, Akemi Jige, Chieko Kinoshita y Mizue Yamada. Vestidas con el tradicional kimono japonés y entre sus manos un par de baquetas comenzaron la actuación cargada de sonidos penetrantes agudos y graves que reproducían a través de la intensidad de sus golpes un sinfín de registros artísticos.

Con una compenetración y una coordinación perfectas, las percusionistas realizaban una coreografía de movimientos elegantes y sigilosos, tan característicos de las japonesas. Sin embargo, estos gestos contrastaban con los sonidos agudos de los tambores y con los cambios bruscos de registro que se llevaban a cabo. Por su parte, el público, en su mayoría gente joven, contemplaba atónito el espectáculo que tuvó una gran ovación, incluidos silbidos de admiración, al finalizar la escena."

En internet pueden verse varios fragmentos en video de sus actuaciones.

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