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Victor Rebullida

CARMEN PARIS EN "LA GRAN VIA"

CARMEN PARIS EN "LA GRAN VIA"

A final de mes llega a la plaza de toros de Zaragoza la zarzuela "La Gran Via" protagonizada por conocidos cantantes y bailarines cuya dedicación habitual no es precisamente el canto lírico o la música clásica, aunque Carmen París sí tiene formación y ha tocado todos los palos con acierto, calidad y buen gusto.

Dos representación, una en Madrid y otra en Zaragoza, son el fruto de la colaboración entre ambos ayuntamientos. Dos representaciones que considero insuficientes pues, aun a sabiendas del costo económico que supone un montaje de este tipo ("El espectáculo, [...] ha tenido un presupuesto de 360.000 euros" -El País 10/5/06-) y la dificultad de hacer coincidir en fechas a todas las figuras que la interpretan, el éxito está asegurado y aquí podría asegurar que el llenazo será absoluto. Sería indispensable "rentabilizar" culturalmente el esfuerzo de preparar un espectáculo de estas dimensiones.

Subrayaré que si bien en Zaragoza el acceso a la plaza de toros es previo pago de entrada, los madrileños pudieron disfrutar de este montaje gratuitamente. ¿Por qué esta desigualdad si es una producción conjunta Madrid-Zaragoza?

Aunque se me tilde de perezoso, no escribo más y copio nuevamente el artículo aparecido hoy en Heraldo de Aragón y en el que se explica con todo detalle el asunto. La foto es de Angel Cidoncha durante la representación en la plaza Mayor de Madrid.

HERALDO. Zaragoza : Pasión Vega, Carmen París, Rafael Amargo y Javier Gurruchaga son las principales estrellas de un montaje que ha dirigido Helena Pimenta de "La Gran Vía" de Chueca. El espectáculo, del que se hizo una representación única y gratuita en la plaza mayor de Madrid el pasado 13 de mayo, se presentará en la plaza de toros de la Misericordia el 28 de septiembre a partir de las 21 horas. Las entradas, que podrán adquirirse a partir del viernes en los cajeros automáticos CAI y en la web www.cai.es, tendrán un precio único, tanto en grada como en los asientos en el ruedo, no numerados, de 15 euros más gastos de gestión.

Representada una vez en Madrid

Este montaje de "La Gran Vía" de Chueca es una producción del Ayuntamiento de Madrid, en colaboración con el Consistorio de Zaragoza.

Helena Pimenta dirige esta propuesta, con la adaptación de Yolanda Pallín y la dirección de orquesta de Luis Remartínez. Para contar estas historias de las calles de Madrid, Javier Gurruchaga es "la autoridad"; Pasión Vega es La Menegilda; Carmen París es doña Virtudes; el cubano Raúl Paz, el caballero de Gracia; el paseante es el actor Israel Elejalde; el bailaor Rafael Amargo es el "espíritu de las ratas" y el músico Enrique Heredia "Negri" (ex componente de La Barbería del Sur), una de las ratas.

En la presentación del espectáculo el pasado mes de mayo, Carmen París, afincada en la capital de España, aseguraba que "a mi personaje le pongo el carácter aragonés y la influencia madrileña". La artista canta e interpreta en este montaje, y es la única de todo el plantel que cuenta con experiencia previa en zarzuela, además de haber hecho también teatro hace años en Zaragoza. "Musicalmente no hay arreglos, pero se actualiza la obra porque cada uno canta como es. Me reconoceréis tal cual", aseguraba Carmen París.

"La Gran Vía" es una de las piezas fundamentales de la zarzuela española, pero el montaje y puesta en escena de Helena Pimenta es totalmente innovador, no sólo desde el punto de vista técnico, sino sobre todo por la variedad de artistas que forman parte del equipo.

"Posee esta pieza una estructura abierta de escenas articuladas en torno a la actualidad del Madrid de la época -relata Helena Pimenta-. La anécdota es muy sencilla: las calles y plazas de Madrid, por medio de un recurso mágico-teatral, se manifiestan en contra de la construcción de la Gran Vía, que según todos los indicios va a ser dada a luz por Doña Municipalidad. El parto se retrasa y, entretanto, paseamos por la capital y conocemos a algunos de sus habitantes más singulares. La corrupción, el autoritarismo, la estupidez de algunos responsables políticos, las desigualdades sociales, son denunciadas con enorme descaro y frescura". Y añade la directora: "Madrid sueña, sin embargo, con el mar, con la valentía propia de los toreros, con un teatro vivo, con una fiesta popular en la que bailen `criadas y horteras´, gentes de toda cultura y condición, al son de un chotis. El parto de la Gran Vía se retrasa y Madrid sigue soñando con una ciudad invivible".

Helena Pimenta cumple ahora veinte años como directora y, en estas dos décadas, ha cosechado los galardones más importantes de la especialidad, desde el Premio Nacional de Teatro en 1993, al de la Asociación de Directores de Escena a la mejor dirección en 1996. Dirige desde 1987 la Escuela de Teatro de Rentería, que fundó.

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