PLAZA DE SAN AGUSTIN: JAIME OCAÑA - 'MUTANTIA'
Lunes noche: visita a la plaza de San Agustin para ver la actuación de Jaime Ocaña. Decepcionante fue la entrada en la plaza, a las once de la noche, hora incomprensible para un espectáculo de ese tipo un día entre semana. Decepcionante porque tan solo había un número ridículo de personas. ¿Una docena? Y en guerrilla.
Un cuarto de hora retrasó Ocaña su salida al cutre escenario que han instalado en la plaza, sin lona, sin techo, tan solo una elevación al raso. Entretanto, el cierzo comenzaba a arreciar y el frio se hacía notar.
Salió Jaime e inició su "Mutantia" y con ella su imparable verborrea habitual. Guión e improvisación, que para esto último le daba la audiencia pie. Fué llegando, afortunadamente, personal ante el magro escenario y Jaime, profesional él, se pasó una hora arrancando las carcajadas al helado respetable.
No entiendo qué sentido tiene programar en San Agustin Square a las once de la noche. Incluso, si no recuerdo mal, no recuerdo haber visto la habitual pancarta o cartelón que tienen las demás plazas con el programa de actuaciones en la misma.
Pero Ocaña es grande. El escenario se le viene pequeño. Baja y se mete entre el público, sube al escenario, se cambia dentro de una furgoneta, pasa de ser un caza-mutantes de Cincinati a un robot escaneador con un look desternillante, tanto, que a él mismo le cuesta reprimir la risa provocando a su vez una reacción en cadena de risas.
Humor absurdo, pero del bueno.
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