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Victor Rebullida

EL NUEVO TEATRO FLETA

Ayer asistí a la firma del contrato de construcción y explotación del Teatro Fleta entre el Gobierno de Aragón y la Sociedad General de Autores y Editores. Los máximos responsables de ambas Instituciones, Marcelino Iglesias por la DGA junto a la Consejera Eva Almunia, y Eduardo Bautista por la SGAE, procedieron a la firma acompañada ésta de sendos discursos. El arquitecto del proyecto es Antón García-Abril Ruiz, hijo del compositor turolense, que explicó los grandes rasgos del nuevo teatro mientras se proyectaba una recreación virtual de los que será el nuevo espacio. Allí estaba reunida una muestra de los artistas, principalmente músicos, de Zaragoza, expectante ante qué sería del nuevo Fleta, así como algun responsable del sector empresarial, el Delegado de SGAE en Aragón, Ignacio Casado. Estaban también los compositores "sinfónicos" (apartado en el que nos encuadra la SGAE) Carlos Satué y José Manuel Montañés, vimos a la cantautora María José Hernández, al compositor Gabriel Sopeña, al músico, letrista y crítico Gonzalo de la Figuera, a José Miguel Pamplona, de "Baluarte Aragonés", a Serafín Mateo, responsable musical de "Baluarte", Mariano Chueca, de "Distrito 14", a la concejala de Cultura Rosa Borraz, y otros.

El proyecto tiene muy buena pinta. Será tecnológicamente pionero, con su versatilidad a la hora de plantear utilidades artísticas diversas con sus estructuras móviles, tanto escénicas como de zona de público, iluminación y sonido.

El plazo de conclusión de la obra es el ya tópico de "para la EXPO". Todo el mundo lo dice con una sonrisa en la boca. Como todos los proyectos de Zaragoza estén concluidos a la vez para el 2008 aquí nos va a dar un desmayo, o por lo menos un empacho. Pero para eso están las Instituciones públicas: para hacer cosas, para gastar BIEN el dinero que tanto nos cuesta ganar y que tan poco les cuesta recaudar.

Zaragoza necesita cambiar ese conservadurismo tradicional que está tan arraigado aunque se pretenda maquillar con todo lo contrario y apostar convencidamente por el futuro en todos los terrenos. El cultural no es menos. Más bien es más. Un espacio (porque la denominación "teatro" es más emotiva que otra cosa) como el del nuevo Fleta sin prácticamente ninguna limitación física para desarrollar en él cualquier actividad artística debe amortizarse con un uso constante, democrático y plural. Variedad tanto para las mayorías como para las minorías. Como diríamos castizamente, que "eche humo" de tantas actividades que en él se realicen, pero cuidadando de que eso no suponga vaciar de contenido otros contenedores culturales de la capital.

Hay que mirar hacia delante, y el Fleta, renacido de esos escombros en los que se ha convertido en los últimos años, puede y debe ser una punta de lanza de la cultura zaragozana.

1 comentario

Sara -

Me parece tu opinión sesgada y falta de rigor. No se pueden plantear las cosas como las planteas. Hay una historia detrás de todo esto, que nos ha hecho perder mucho dinero a los ciudadanos, que nos han estafado, que han cometido nuestros administradores ilegalidades infinitas y no cumplen con la ley. No podemos correr un tupido velo y esconder todas estas malas actuaciones en aras de l progreso. Hay que tener memoria y pedir responsabilidades por los delitos cometidos.
Me parece lamentable que nos creamos todas las mentiras que nos cuentan nuestros administradores y si no cumplen, no exigirles nada, dejandoles que nos sigan dando por ahí... por favor, seamos serios.